"San Luis Potosí: punto estratégico del comercio exterior mexicano". Entrevista con Mauricio Autrique Ruiz, presidente del COMCE en San Luis Potosí
Para la revista Comercio Exterior del BANCOMEXT (Nueva época, Número 21, enero - marzo de 2020, pp. 82 - 85) entrevisté al presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) en San Luis Potosí, Mauricio Autrique Ruiz. A continuación reproduzco el texto resultado de dicha entrevista:
SAN LUIS POTOSÍ: UN PUNTO ESTRATÉGICO DEL COMERCIO EXTERIOR MEXICANO
Por César Guerrero Arellano
Desde San Luis Potosí se puede acceder al 75% de la población del país en trayectos de no más de 500 kilómetros. Además de emplear sus ventajas geográficas como un activo estratégico, el estado invierte en capacidades locales: desde la infraestructura de comunicaciones —que enlaza al Océano Pacífico con el Atlántico y al sur de México con la frontera de Estados Unidos—, hasta el centro logístico multimodal más grande del país, pasando por el desarrollo educativo de sus jóvenes. Los resultados están a la vista: la planta de BMW más moderna del mundo aterrizó ahí, las exportaciones se incrementaron 40% respecto del año pasado y sus tasas de crecimiento económico han oscilado entre 4 y 6 por ciento durante la última década. En entrevista con Comercio Exterior, el presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (COMCE) en San Luis Potosí detalla este panorama.
¿Qué es el COMCE, cuándo se fundó y cómo lleva a cabo sus objetivos?
Se fundó hace más de 50 años. Es una cámara que forma parte del Consejo Coordinador Empresarial. A nivel nacional, y a través de los COMCE estatales, promovemos la atracción de la inversión extranjera directa y asesoramos a las empresas para que se unan a la cadena exportadora del país.
Forma parte del “cuarto de junto” de las negociaciones de los tratados de libre comercio. Está representado en todo el país y se organiza por secciones, por ejemplo, América del Norte, Europa, Asia-Pacífico, etcétera.
¿Cuántas empresas a nivel nacional están afiliadas al COMCE y cuántas en San Luis Potosí? ¿Qué se requiere para afiliarse y qué servicios les ofrece?
Son más de dos mil empresas a nivel nacional, entre ellas muchas muy conocidas como Lala, Alpura, Cemex, Alfa, Mabe, Gruma o FEMSA. Algunas de las multinacionales extranjeras que invierten en México también son socias, como Chrysler. En San Luis Potosí contamos con unas 40 empresas locales afiliadas, aunque también hay presencia de otras que tienen sus corporativos en Ciudad de México, como ABB, Mabe o Hérdez.
Lo que requieren para ser miembros es tener vocación exportadora, que estén empezando o ya lo estén haciendo. Las cuotas son simbólicas porque somos una organización sin fines de lucro que ocupa sólo lo necesario para subsistir, mientras que los cursos o servicios específicos se financian directamente. Realizamos cursos sobre fracciones arancelarias, permisos especiales y otros apoyos para exportar. El COMCE tiene representantes y oficinas en muchos países, por lo que, si una empresa quiere hacer una misión comercial, podemos ayudarle a organizarla.
¿Qué importancia tiene para el COMCE incorporar el factor tecnológico al fomento del comercio y de la atracción de inversión extranjera?
Veinte años después de que se creara el COMCE, se añadió ese elemento para atraer inversión extranjera que fuera tecnológica. El objetivo era tecnificar al país, escalar hacia empleos de mayor nivel educativo para que México no fuera considerado un destino de inversión sólo por el costo de su mano de obra. Ahora, las empresas nuevas traen la mejor tecnología de manufactura. Es el caso de la planta de BMW en el estado, que tiene como 180 robots y 300 trabajadores en ensamble. Los robots hacen la parte dura y, para mantenerlos operando, se requiere empleados bien capacitados. Asimismo, para el comercio internacional son muy importantes el comercio electrónico y las aplicaciones, de ahí la importancia de estar cerca de las instituciones que lo desarrollan y de apoyar a los jóvenes que quieren dar a conocer su producto.
¿Qué valor aportan los COMCE estatales al nacional?
Principalmente ayudamos a las pymes para que exporten directamente, ya sea que tengan un producto exportable o que puedan agregarse a la cadena de valor de las exportaciones. Fomentamos que más empresas se certifiquen para que se sumen a la exportación. Por lo general, las empresas de alimentos exportan directamente, sobre todo si hay un mercado objetivo interesante para ellos, como la población latina de Estados Unidos; o con algún un producto atractivo para los asiáticos, como el tequila o el mezcal. En el caso de las manufacturas, hay empresas que fabrican autos con una perspectiva global, como Volkswagen o Audi, que exportan el mismo modelo a todos los países del mundo. Otras tienen un enfoque más concentrado en Norteamérica, como General Motors o Chrysler, que mandan a Estados Unidos prácticamente todo lo que hacen; Nissan es más regional, pero atiende a Estados Unidos y a Sudamérica con los mismos vehículos, y algunos también se destinan a Medio Oriente. Dependiendo lo que haga cada quién, se puede aportar de distinta manera a la cadena exportadora de México.
¿Cuáles son las empresas exportadoras potosinas más interesantes y por qué? ¿Qué nos puede decir del estado como sede de inversiones del exterior?
Tenemos mucha agroindustria, hay una empresa muy grande que desde la huasteca potosina exporta carne de puerco y de res, casi toda a Estados Unidos, pero hay muchos casos de legumbres y frutas deshidratadas para ese mismo destino. Otra hace tostadas que en su mayoría exporta a la zona latina de Texas, California e Illinois mediante diferentes marcas atractivas para esos mercados. Hay también empresas metalmecánicas que exportan productos planos o largos, como acero inoxidable y tubería especializada. La minería también es muy importante en San Luis Potosí; no sólo se exporta oro: existe una mina de flúor que es la más grande de América Latina. En realidad, estamos muy diversificados.
A su juicio, ¿qué distingue a San Luis Potosí en el comercio exterior, y como origen y destino de inversiones en el contexto nacional?
San Luis Potosí tiene el privilegio de estar en el centro de México. De los 120 millones de habitantes que tiene el país, el 75% se encuentra a no más de 500 kilómetros de distancia. Es, por lo tanto, un excelente centro logístico de distribución a todo México y a parte de Estados Unidos. Contamos con un centro logístico multimodal —la terminal más grande del país—, no sólo para lo que se produce aquí, sino como plataforma logística internacional. Su aduana interior es un recinto fiscalizado estratégico, así que concentra contenedores en tránsito a Estados Unidos. Empresas internacionales los traen al puerto de Lázaro Cárdenas, llegan aquí en tren, se guardan horas o días y salen del país.
En los últimos diez años, nuestro crecimiento económico ha oscilado entre 4 y 6 por ciento anual. Hemos recibido inversiones muy fuertes, la mitad de las cuales han sido extranjeras. Tan sólo este año hemos contabilizado 265 millones de dólares de inversión extranjera directa. El sector automotor ha experimentado un aumento significativo: contamos con dos armadoras actualmente y con un buen número de fábricas de autopartes que representan un conglomerado de alrededor de 220 empresas que producen 25% del PIB estatal. Todas ellas exportan directa o indirectamente la mayor parte de su producción. La cifra de exportaciones subió 40% respecto de 2018, puesto que arrancaron muchas fábricas a la vez (la producción de BMW inició en 2019, así que veremos su efecto en 2020). Considero que, de la mano de las exportaciones que se están haciendo, vamos bastante bien en creación de empleos y en crecimiento.
¿A qué atribuye el auge exportador del estado?
El factor geográfico es muy importante. Además, San Luis Potosí está muy bien conectado por vía ferroviaria, está muy cerca del Océano Pacífico, del Océano Atlántico y de la frontera con Estados Unidos. La carretera 57, que va de Ciudad de México hasta Laredo, es el canal de distribución por excelencia en el país.
Desde hace más de 20 años, le apostamos muy fuerte a la educación. Varias universidades públicas y también bastantes privadas proveen a las empresas los profesionistas que requieren. Todas las universidades tienen alguna carrera sobre comercio exterior o en negocios internacionales, algunas más enfocadas a las aduanas o al aprendizaje de idiomas. Es muy fuerte la presencia de las ingenierías enfocadas al sector automotriz o la metalmecánica. San Luis Potosí es de los pocos estados que tiene ingeniería en metalurgia o en mecatrónica, además de contar con bastantes carreras técnicas. Hemos hecho buen trabajo preparando bien a la gente para competir a nivel internacional.
¿Cómo se integran San Luis Potosí y su COMCE a la iniciativa de la Alianza Bajío-Occidente?
Esa alianza es muy buena. Los secretarios estatales de Desarrollo Económico son quienes llevan la batuta. Busca distribuir talentos específicos de algunos estados, como a Querétaro, que tiene bien desarrollado el sector aeronáutico, con una universidad, un aeropuerto de pruebas, etcétera. Definitivamente, no debemos ser celosos de nuestro estado, sino que hemos de ofrecer, a quien quiere invertir, todas las ventajas que se tienen. Dependiendo de qué es lo que busque ese inversionista, las empresas se instalarán en las distintas zonas de la región. Estamos en vías de hacer un grupo para coordinar el trabajo con los COMCE que tenemos alrededor: Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes.
¿Ha mejorado la infraestructura de comunicación entre estados circunvecinos?
La verdad es que todas las ciudades y puertos de la región están muy bien conectados. Se han hecho nuevas rutas o se han ampliado carreteras al menos a carril y medio. La autopista Arco Norte, que circunvala Ciudad de México, ayudó mucho a llegar a Puebla y Veracruz.
Más allá de América del Norte, ¿con qué regiones y qué tipo de diversificación cabría esperar para el estado y por qué?
No hay muchos productos de nivel global que se produzcan en México. En el caso de las manufacturas, pienso que se va a quedar igual. Es muy difícil diversificar la mayoría de las manufacturas. Europa del Este compite contra nuestros productos, pues están más cerca y con tiempos de entrega y de tránsito en los que tienen la ventaja absoluta.
Las compañías extranjeras que vienen aquí a fabricar para exportar ya tienen claro hacia dónde los llevarán, sean autos, lavadoras o pantallas de televisión. Los que sí tienen oportunidad de diversificarse son aquellos que tienen una característica muy particular, ya sea una marca o un sabor, como el tequila, el mezcal, algunos alimentos con denominación de origen o algo que tengamos en abundancia, como las materias primas o los metales.
¿Qué es lo que le interesa al COMCE fortalecer en el estado? ¿En qué busca innovar?
Queremos concentrarnos en que las pymes se integren a la cadena exportadora. Para ello tenemos una excelente alianza con la Agencia Pro San Luis, que nos apoya con gente y financieramente. Lo que buscamos es capacitar a las empresas, para lo cual organizamos entre cuatro y cinco cursos al año con expertos en distintos temas, como reglas aduanales o sobre cómo exportar a China. También tenemos nuestro premio estatal de exportación, semejante al premio nacional.
¿En qué consiste el Premio Estatal de Exportación y cuál es el objetivo de incluir una categoría para instituciones educativas?
El premio consiste en una presea. En algunas ediciones, ofrecemos a los ganadores cursos gratuitos sobre exportación financiados por gobierno del estado; así será este año. Con ese incentivo es suficiente. Las empresas que participan lo hacen de manera entusiasta porque les gusta ser bien evaluados. Organizamos una buena ceremonia con el gobernador, con el secretario de Desarrollo Económico y con todas las cámaras empresariales del estado.
Mediante el premio evaluamos a empresas que exportan y qué tanto exportan de su producción. Tiene tres etapas. La primera es un cuestionario de 10 preguntas. Si la pasan hay un segundo cuestionario de cinco preguntas directas y, finalmente, los evaluadores hacen visitas de campo para calificar a las empresas. El comité evaluador, que se dedica a la exportación a nivel aduanas o de logística, examina cómo las empresas aspirantes organizan su facturación, cómo hacen sus certificados de origen, si cuentan con permisos especiales para alimentos o sectores sensibles, cómo entregan los productos y si lo hacen con empresas transportadoras certificadas contra el terrorismo (C-TPAT) o el tráfico de drogas. También valoramos si tienen un área de comercio exterior y si las personas que ahí trabajan hablan inglés.
En el caso de las instituciones educativas, evaluamos la actualización de su plan de estudios y qué tan completas son sus carreras. Algunos programas pueden ser muy técnicos en cuanto a aduanas y carecer de materias para el fomento del comercio. Identificamos qué tan preparados están los profesores (si requieren maestría, y de qué tipo, para mejorar su desempeño docente), cómo se posicionan los egresados, la vinculación de la institución con el sector empresarial... También es relevante el inglés, ya que todo el papeleo es en ese idioma y, sin él, exportar es muy difícil.
¿Cómo trabaja el COMCE con las instituciones educativas para impulsar sus objetivos?
Lo hacemos mediante convenios con las universidades. Los tenemos con el Instituto Tecnológico de San Luis, con la Universidad del Valle de México, con la Universidad Marista y con la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Con el Tecnológico de Monterrey tenemos uno para acceder a algunas de sus maestrías con un costo reducido. También llevamos a cabo conferencias de expertos en las materias de exportación, tanto para los alumnos como para las empresas.
¿Cuáles considera que son las instituciones educativas más relevantes en San Luis Potosí y por qué?
Todas son importantes. Algunas se destacan por la manera de internacionalizar a sus estudiantes, como el Tec de Monterrey, pero también la Universidad Autónoma tiene una carrera de comercio exterior bastante buena. De la Universidad Politécnica están egresando jóvenes muy preparados para el comercio exterior, quienes hablan bien el inglés. De la Universidad Marista nos hemos hecho de auxiliares que están bien preparados. Hay un buen ecosistema de instituciones públicas y privadas de educación superior, tanto en las disciplinas vinculadas al comercio internacional como en las carreras técnicas o especializadas en manufacturas.
¿Cómo concibe el rol de la educación en el desarrollo del comercio y la inversión internacionales?
Queremos que los estudiantes tengan ganas de exportar y de generar más empleos para el país. Siempre estamos invitando a los estudiantes a los cursos y ponencias que organizamos, las sedes suelen ser las universidades mismas. Al final, el factor más importante del éxito de las empresas son los empleados. Qué mejor que fomentar las ganas de internacionalizarse de los jóvenes, tanto a nivel personal como de las propias empresas. Es importante que podamos hablar de tú a tú con todo el mundo.
¿Qué representa el TMEC para el estado en materia de comercio exterior y atracción de inversiones?
Como tratado comercial, es muy similar al TLCAN y fue muy bueno que finalmente se firmara. El único cambio de fondo es el contenido regional del sector automotor, las empresas que hacen autopartes van a concentrarse más en el desarrollo de proveedores nacionales en lugar de traer material metálico, plásticos o electrónicos de Japón, de Alemania o de China. Eso generará muy buenas oportunidades a la industria mexicana o a la que se venga a instalar aquí. El resto quedó igual.
En el caso del comercio electrónico, está creciendo a tasas de doble dígito, así que es muy importante que eso esté regulado. De otro modo, las empresas ven limitadas sus posibilidades de exportar electrónicamente por impuestos del 15% o más. Eso será muy positivo. Se habla también de una vigilancia más estrecha en materia laboral. Tendremos que ser más productivos. Lo peor que puede pasar es que suban los salarios y eso es bueno para todos.
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