Decíamos en la primera entrega que cuando uno lee novelas de piratas y aventuras en el mar, se topa con párrafos de innegable belleza, pero que, por su léxico, resultan casi incomprensibles para el neófit. Para que ese argot no los haga encallar -y mucho menos naufragar-, los invito a leer la 2a parte de "Largad el trapo: el léxico de los barcos de vela", que aparece en el número 67 de la revista Algarabía (abril de 2010).
Decíamos en la primera entrega que cuando uno lee novelas de piratas y aventuras en el mar, se topa con párrafos de innegable belleza, pero que, por su léxico, resultan casi incomprensibles para el neófit. Para que ese argot no los haga encallar -y mucho menos naufragar-, los invito a leer la 2a parte de "Largad el trapo: el léxico de los barcos de vela", que aparece en el número 67 de la revista Algarabía (abril de 2010).
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