A principios de este año Javier Mardel me consultó sobre hibridar a los poetas que publican en Opción con los becarios de la Fundación para las Letras Mexicanas. La idea me pareció muy bien pues sería una excelente manera de reconocernos, de anular la dispersión que una ciudad como ésta produce entre sus comunidades, en este caso, la de la poesía escrita por jóvenes autores.
Casi a fin de año tenemos algo más que una lectura pública que enhebre estas voces frente a un mismo público. Hay también un numero completo de Opción dedicado a los poetas jóvenes en México.
No he tenido oportunidad de hacerme un juicio sobre su contenido (lo recibí apenas anoche y ha sido un día de oficina demasiado largo). Pero han respondido a la convocatoria autores que he disfrutado en las páginas de Opción repetidas veces -sin mirar sus medallas o la ausencia de ellas. Espero que ellos también lo juzguen así luego de leer los poemas ("Cuadernos" y "Dido") que me han publicado junto a los suyos esta vez.
Langagne ofreció unas líneas de reflexión sobre los poetas actualmente jóvenes en México -esencialmente los premiados. Víctor Gómez y Pedro Mercado, Director y miembro del Consejo Editorial de Opción, respectivamente, entrevistan a Deltoro y Mirta Elytania Ramírez lo hace con el poeta Cisneros, quien junto con su mujer, la poeta Adriana Tafoya, está al frente de la tenaz revista Versodestierro.
Qué bueno es que existan estas páginas. Todo empezó con la idea de organizar una lectura. Y la habrá, la próxima semana (creo que Mardel y Gómez quedaron en hacerla el martes, en el ITAM, a las 18.30). Pero yo no podré acompañarlos, mirar a estos poetas que aprecio cara a cara por primera vez, reconocerlos, que me reconozcan, como era mi intención desde que escuché la propuesta de Mardel. Estaré lejos, muy lejos de esta latitud en esos días.
Algo bueno ha de haber en esta divergencia de espacios a un mismo tiempo.
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