Estuve en Panamá a causa de la 14a Conferencia Cuadrienal de Comisiones Nacionales de Cooperación con la UNESCO de América Latina y El Caribe. El Ministerio de Educación de ese país tuvo la gentileza de llevarnos a conocer el histórico Canal, en una pausa de las intensas jornadas que sostuvimos durante cinco días continuos.
Justo esos días, mientras leía El amor en tiempos del cólera, me encontré con esta frase, en la escena que describe el triunfo de un poeta chino sobre Florentino Ariza por la Orquídea de oro, el certamen poético que organiza anualmente el doctor Juvenal Urbino:
"Nadie creyó que el autor fuera el chino premiado. Había llegado a fines del siglo anterior huyendo del flagelo de fiebre amarilla que asoló a Panamá durante la construcción del ferrocarril de los dos océanos..."
El museo de sitio de la esclusa de Miraflores lo pone a uno a reflexionar en la tenacidad e ingenio de que es capaz la ambición humana, del enorme sacrificio humano que esa ambición conlleva.
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